Portada Tablón nº6 (Octubre 2006)

Olsón y el Biello Sobrarbe

En la portada del nuestroTablón número 5 podíamos ver, tras un bonito campo de girasoles, una esbelta iglesia. Se trata de la iglesia parroquial de Santa Eulalia y pertenece al pueblo de Olsón: ésta era la respuesta a nuestro concurso ‘Encuéntralo…’ Nº5.

Olsón
Pequeño y bonito pueblo, disperso en barriadas como otros muchos núcleos del Sobrarbe. Su monumento más destacado es la mencionada iglesia de Santa Eulalia, construida a mediados del siglo XVI por el arquitecto Joan Tellet, y considerada como la ‘catedral del Sobrarbe’. Declarada como Monumento Histórico Artístico, cuenta con una hermosa portada-retablo renacentista.
Pero Olsón tan sólo es una muestra de los muchos pueblos esparcidos por el Biello Sobrarbe, una zona injustamente poco conocida de nuestra comarca.

El Biello Sobrarbe
Ocupa la zona sur de la comarca, comprendiendo tierras que van desde el valle del Ara hasta el Parque Natural de la Sierra y los Cañones del Guara.
Al sur, la Sierra de Arbe delimita Sobrarbe y Somontano, y posiblemente sea el origen del nombre de nuestra comarca: Sobrarbe = ‘Sobre Arbe’ = tierras por encima de la sierra de Arbe.
Una buena forma de recorrer el Biello Sobrarbe es la carretera que saliendo de Guaso lo atraviesa en dirección sur …
Desde Guaso, mirador privilegiado, podremos disfrutar de espléndidas vistas tanto del Biello Sobrarbe, como del Valle del Ara, de los Pirineos, de la Peña Montañesa ….
Hacia el sur, Santa María de Buil nos ofrece buenas muestras de arquitectura tradicional de los siglos XVI y XVII. Destaca también la Iglesia de San Martín (s.XI).
En Arcusa nos esperan más edificaciones del siglo XVI: torre defensiva, algunas casas y la iglesia.
Seguimos bajando y dejamos a la izquierda el desvío que nos lleva a Olsón. Muy cerca de allí, en dirección a Paúles de Sarsa, está el dolmen de Pueyoril y la ermita de San Isidro.
En Sarsa de Surta no hay que dejar de ver su iglesia (s.XVI) y el molino de Pedro Buil, con un tejar y un arnal.
Hacia el sur entramos ya en la Sierra y Cañones del Guara, superando primero el alto de Eripol (desde el pueblo, de empinadas calles, podemos disfrutar de buenas panorámicas) y bajando luego hacia Almazorre (esconjuradero, molino, iglesia románica, castillo) y Bárcabo, punto de salida de numerosas excursiones por el Parque Natural.
La carretera sigue bajando hacia el Somontano, pero antes de dejar el Sobrarbe merece la pena visitar Lecina, cuna del río Vero, y con una impresionante encina milenaria de 600 m2 de superficie.

Otoño

Recuerdo que de niña lo odiaba. Los veranos de mi infancia, que eran interminables, se acababan de pronto, cambiando radicalmente el ritmo de la vida: ya no podíamos estar tanto en la calle -por el frio y por los deberes-, se acababa eso tan largo llamado verano, en el que había tiempo de sobra para todo, incluso para aburrirse. Con el otoño yo estaba convencida de que el sol ya no aparecía hasta el fin de semana.

Y es que claro, había tanto por hacer… La vida estaba empezando, y yo estaba impaciente por aprovecharla. Sin embargo esa estación te invita a recogerte, a parar un poco el ritmo.

Tampoco en mi juventud era capaz de disfrutar del otoño. Era la vuelta a la rutina, a las obligaciones, que eran cada vez más. Mi generación, al menos en el ambiente en que yo me desenvolví, asumió orgullosamente la independencia, con lo cual había que trabajar y demostrar muy pronto una cierta madurez general. El otoño suponía volver a estudiar además de trabajar y de hacer quinientas cosas más. Había que aprovechar el tiempo.

Y por fin llegó el otoño, esa edad madura en la que ya está prácticamente todo hecho. La flor ya pasó, la fruta ya estuvo madura y las canas anuncian lo que vendrá. Es momento de disfrutar, de recolectar, de retocar aquella gran obra que nos dejó exhaustos. Un día de estos voy a dejarme las canas.

Sí, me gusta el otoño más que antes, porque antes lo sentía desde un barrio de Madrid y hoy lo disfruto desde Sobrarbe, que tiene uno de los otoños más fascinantes que yo he contemplado. Pero también porque al ver esos paisajes me reconozco en ellos. Yo soy esa hermosa madurez repleta de naranjas y dorados, de matices inacabables. Sí, yo quisiera ser, y apuesto a que soy, esa lluvia conciliadora que reparte para todos, sin distinción, con generosidad. Sí, soy el gordolobo y la boca de dragón, el espino y la cardonera, el endrino y el serbal, el arce y el chopo, el haya y el roble.

Dice Serrat: “Se va la tarde y me deja/ la queja que mañana será vieja/ de una balada en otoño”.

En el Otoño hay tiempo para todo, para la lluvia melancólica que recuerda lo que ya no volverá y para un sol rotundo que me anuncia otra realidad y otra estación por descubrir.

Vicky Bueno

REDUCIR, REUTILIZAR, RECICLAR (3)

Cuando nos desprendemos de cosas o las tiramos, no pensamos que la mayoría de ellas se podrían REUTILIZAR dándoles otras funciones, o que otras personas las pueden utilizar.

Lo que no deberíamos hacer nunca es tirar, ésta debería ser una actividad casi inexistente en nuestra cotidianidad. Antes de tirar se debería buscar por todos los medios posibles la manera de no hacerlo y de darle a aquello que no nos sirve otra utilidad. Evidentemente es posible, sólo requiere un poco de imaginación o de creatividad.

No es necesario esforzarse mucho para REUTILIZAR el objeto que queremos tirar, sólo como digo requiere pensar un poco y seguro que encontramos la solución para no tirarlo.

Es cierto que en nuestra “cultura”, así como en otras sucede lo contrario, está más introducido el tirar que el REUTILIZAR, encontrando más dificultades para REUTILIZAR que para tirar, unas veces por comodidad y otras por orgullo.

Quizá en nuestro entorno más inmediato, otras personas necesiten aquello que yo quiero tirar. Todo consiste en anunciarlo, y tener la suficiente humildad tanto para dar como para recibir.

Cuando aceptamos algo que supuestamente se va a tirar, aparte de hacer un favor a nuestro bolsillo se lo hacemos también a nuestra persona, porque tanto el saber dar como el recibir es todo un juego.

Con la actividad de REUTILIZAR lo más importante es que nos beneficiamos el resto de la humanidad.

Pedro Moreno

AUDIOSLAVE “Revelations” (2006)

Fuerza y sentimiento. De las cenizas de dos importantes bandas nace Audioslave: Chris Cornell ex-cantante de Soundgarden por un lado y Tom Morello (guitarra), Tim Commerford (bajo) y Brad Wilk (batería) de los desaparecidos Rage Against The Machine por el otro. Soundgarden junto con Nirvana fueron los máximos exponentes del sonido grunge nacido en la gris Seattle y los Rage Against The Machine fueron sin duda la banda mas importante que dió el rapcore (rap+metal+actitud punk).

“Revelations” es su tercer trabajo discográfico y se nota la madurez de la banda y la búsqueda de un sonido propio. Es un disco de rock adulto lleno de energía y aún reconociendo que tiene sus altibajos, altamente recomendable.

Rock poderoso con algunos toques de funk, baladas y la maravillosa voz de Chris Cornell que ha ido madurando con el tiempo y esto no es poco si consideramos que el “chaval” cuenta ya con 42 abriles !!!

Un acierto haber elegido “Original fire” como single una canción redonda donde lo único que falla es el solo de Tom Morello un guitarrista que me encanta apoyando a la rítmica de la banda con sus reefs pesados y metálicos pero que me gusta menos como solista. Confieso que tengo un sueño secreto: me encantaría que Audioslave grabaran un disco incorporando como guitarra solista al gran Warren Haynes de los Gov’t Mule. Estoy seguro que el resultado sería impresionante.

NOTICIA: Chris Cornell interpretará el tema principal de la próxima aventura del agente mas famoso del mundo hoy convertido en franquicia: James Bond. La canción se titula “You know my name” y ha sido compuesta por el mismo Cornell.

Hasta la próxima!

Dr. Inferno

Inversión de 6.000.000 € en el túnel de Bielsa